26/1/2008 A las 6:20 h Jonatan y yo embarcamos en el Prat rumbo a Amsterdam. Me despido de mi familia mientras mi compañero hace lo mismo con la suya. Mi padre me abraza con fuerza y a mi madre la vi llorar , mientras la pequeña Natalia reia nerviosa. Recordé en ese momento a quienes son a los que debo todo.

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9:00 h y aterrizamos en Holanda, estancia breve,foto de rigor y nuevo embarque, esta vez ya hacia tierras africanas. Hacemos escala en la capital de Sudan, Kartuhum, y sin bajarnos del avion despegams para ser recibidos por Etiopia, nuestro destino. 22:00 hora local (20:00 hora española) y las luces de Addis Ababa, como el firmamento de una noche de verano, iluminan la oscuridad. Mujeres, hombres y niños pueblan las calles de la ciudad mientras un amable taxista llamado Ketamele nos conduce a un hotel para pasar la noche. El olor a gasolina impregna el coche y una temperatura suave y agradable me sorprende. Nos detenemos en la puerta de un edificio ruinoso y oscuro, llamado Giovanni Hotel, y dos hombres armados con un par de Kalasnikov nos invitan a bajarnos del coche,
y al momento siento la necesidad apremiante de ir al WC. Al hablar con ellos y despues de cachearme simplemente nos dicen “No rooms”. Con el corazón en un puño respondo “ Thank you” y sin esperar mas respuestas regresamos al vehiculo ediarioI_2n busca de mejor suerte. Esta vez si acertamos, y en el Axum hotel nos dan la bienvenida de la misma manera que en el anterior, con cacheo integral incluido en el paquete de viaje, pero siempre con amabilidad y una sonrisa en la cara. Llevamos menos de 2 horas en Etiopia y ya nos estamos acostumbrando a esta extraña sensación de tener cuidado con algo y no saber el qué. Tomamos una agradable y sabrosa cena en el restaurante del hotel por 5 Euros, muy caro por otra parte, y decidimos dar un paseo por los alrededores, aunque en menos de 5 minutos ya estamos de vuelta en la habitación, ya que la sensación de inseguridad nos impidió alejarnos más de 200 m. Nos acostamos a la 1:45 de la mañana .Mañana nos espera un dia durillo.

27/01/2008

7:30 mi compañero me despierta y del sobresalto a punto estoy de pegarle un puñetazo en la cara. Desyunamos y abandonamos el hotel en busca de los billetes de avion ya que la idea de cruzar el pais en bus se desvanece al enterarnos de que el viaje duraría 3 dias y qu sería por pistas de tierra. Compramos 2 plazas en la compañía Etiopian Airlines por 340 $.

diarioI_3Pero deberemos pasar en Addis Ababa 2 dias mas ya que todo esta completo. Busacamos un nuevo hotel y nuestro nuevo amigo Bete, el taxista, nos conduce a un pequeño hostal, muy acogedor, tranquilo y barato llamado MISRAK HOSTEL que por tan solo 20$ nos ofrece dos confortables habitaciones. Pero lo mejor es la compañía que encontramos en el, Megglemete, Jasine y Candida entre otros, los cuales nos ofrecieron la mayor hospitalidad que hasta ahora yo he recibido en sitio alguno. Al dejar las maletas damos una vuelta por la zona, repleta de pequeños comercios y zonas de gran miseria. Los niños se acercaban a nosotros pidiendo algo de dinero y en el momento que dabas 1 birr a una de esas pobres criaturas, el numero de chavales se multiplicaba por dos. Cerca del Hotel AXUM conocemos a Abraham, un joven muchacho que nos convence para que le acompañemos a la celebración de una fiesta universitaria, que según él se celebra una vez al año, donde podremos comer y conocer gente joven. Llegamos a una pequeña finca donde nos reciben unas de las mas bellas mujeres que hemos visto. Comemos, bailamos y conversamos con ellas durante varias horas, probamos el famoso café etiope cuyo sabor es fuerte pero delicioso. En un momento determinado Jonatan me susurra que aquello es un poco extraño, somos los unicos chicos en la fiesta, y yo con ignorancia respondo que este tranquilo.

Al final de la celebración 2 de las chicas nos ofrecen “ company and enjoy” al mismo tiempo que el que parecia ser el dueño del local nos trae la factura: 2040 birr (200 $ )!!!. A mi me da la risa mientras a Jonatan los ojos se le salieron de las cuencas. Efectivamente era una encerrona. De regreso al hotel, mas pelados que las patas de un canario llegamos a la conclusión de que a partir de ese momento nuestro lema sería “ How much…..???” Lo que en un principio parecia que iba a ser un dia funesto se transformo en una jornada inolvidable gracias al personal del hotel, con los que pasamos una tarde entera charlando, bebiendo cervezas y aprendiendo algo de “ amaric”, idioma oficial de entre las 80 diferentes lenguas de Etiopia, asi como la situación actual del pais. Por alguna razón que tampoco logramos entender ya nos sentiamos seguros y agusto. La jornada terminó con una muy buena cena en el restaurante ZEBRA, a apenas 20 m del hotel, y una cerveza con Jasine y Megglemete. Una ducha fria y a dormir. Me siento bien.

28/01/2008

Un nuevo dia nos recibe, soleado y fresco. Visitamos los pequeños negocios repartidos a lo largo de la avenida Outlet y adquirimos una piezas de joyeria, realmente preciosas, de la famosa plata etiope. Pasamos el resto del lunes en compañía de los que sin darnos cuenta se han convertido en nuestros primeros amigos etiopes. Comemos en un tipico restaurante etiope y por la tarde paseo por la ciudad agarrado de la mano de Jasine ( costumbre en este pais entre hombres y cuyo significado no es mas ni menos que aprecio, y que considere como un signo de agradecimiento) visitando los alrededores en donde pude ver la mas absoluta de las miserias, y eso que el concepto de miseria ha cambiado absolutamente desde mi llegada a Africa. Pero lo mas increíble de todo es la inmensa capacidad de estas gentes de sonreir. Aprendemos la danza de la region del Tigray en el bar del hotel, y al invitarnos a compartir con ellos unos bailes desencadenamos unas sonoras carcajadas que nos indican que debemos de hacerlo realmente mal, aun asi continuamos disfrutando y riendo con ellos. Al terminar de cenar, Bete, el taxista, viene a recogernos para conducirnos al aeropuerto. Nos despedimos con un fuerte abrazo y un “ good bye my friend” de cada uno de ellos. Por primera vez sentimos tristeza de dejar algo atrás. Pero el objetivo de nuestro viaje, Wukro, esta cada vez mas cerca. Nos esperan 12 h hasta la salida del vuelo rumbo a Mekele y la espera en la terminal se hace realmente pesada.